miércoles, 30 de marzo de 2011

¿Qué son los Objetivos Educacionales?

Entendemos por Objetivos Educacionales a los enunciados que describen el desempeño profesional de nuestros egresados en los primeros años del ejercicio de su carrera, es decir, que ellos son como la imagen del profesional que queremos formar y hacia la cual deben estar dirigidos todos los procesos y recursos de nuestro programa educativo.
Los Objetivos Educacionales no pueden ser definidos fuera del alcance la influencia de nuestra labor como programa de pregrado, por lo que debemos descartar en su definición los logros y habilidades personales que el egresado alcanzaría en estudios o experiencias ganadas en su futuro desarrollo profesional.
Para cumplir este criterio y dentro de la coherencia que debe tener nuestro Programa, ABET pide que:
·         Los Objetivos Educacionales sean consistentes con la Misión de la Institución y/o de la Escuela.
·         Que estos Objetivos estén basados en las necesidades de los constituyentes involucrados en el Programa y
·         Que exista un sistema de evaluación periódica que permita determinar el nivel en el que nuestro Programa logra los Objetivos Educacionales propuestos.

Los Objetivos Educacionales son propios del Programa, por lo que no pueden ser redactados de forma muy general, es decir que estos  no puedan atribuirse a cualquier programa sino sólo al suyo.

lunes, 28 de marzo de 2011

La Coherencia entre los Criterios de Evaluación

La evaluación de los Criterios por parte de los evaluadores se centra en  la coherencia que tienen los diferentes aspectos dentro del proceso educativo y esto debe tenerse o construirse desde la base, que sería la Misión de la Universidad, Facultad o Escuela (o el Programa a evaluar) y debe continuar a través de los Criterios mencionados, desde las metas que nos propusimos hasta los recursos que apoyan nuestra labor.
Por ejemplo, si mencionamos que deben desarrollar tales o cuales habilidades prácticas, nuestro Plan de Estudios,  Plana Docente, así como la infraestructura y equipamiento deben ser los adecuados para poder desarrollar en los alumnos dichas habilidades. Por lo tanto, las definiciones que guían nuestros procesos deben ser enunciadas conforme a nuestros Objetivos y de acuerdo a los recursos que tenemos para lograr y demostrar que cumplimos con nuestra “Misión”.
Al ser enunciados libres, que nosotros y nuestros involucrados definimos, los evaluadores esperan que nuestros procesos educativos, así como las actividades de apoyo y los recursos disponibles se encuentren “alineados” con nuestros propósitos.
De todas formas, el conjunto debe ser coherente y debemos evitar justificar o maquillar nuestras falencias, tanto por el éxito de nuestros procesos así como porque esto no pasará desapercibido a los evaluadores.

¿Cuáles son los Criterios de ABET?

Una vez entendido que el Foco de la Acreditación es evaluar nuestra capacidad para lograr la formación de profesionales competentes, es lógico entender que esta tarea se hará evaluando a nuestro Programa desde diferentes ángulos o Criterios.
Así por ejemplo,  los Criterios de ABET para evaluar un Programa de Ingeniería son los siguientes:
1.       Students  (Los Estudiantes)
2.       Program Educational Objectives  (Los Objetivos Educacionales del Programa)
3.       Program Outcomes   (Las Competencias del Programa)
4.       Continuous Improvement (La Mejora Continua)
5.       Curriculum  (El Plan de Estudio)
6.       Faculty  (La Plana Docente)
7.       Facilities  (La Infraestructura y Equipamiento)
8.       Support  (El soporte económico y financiero)
9.       Program Criteria  (El Criterio Específico del Programa)

El primero de ellos, los Estudiantes, describe la materia prima con la que trabajamos. Ello incluye la admisión (por ingreso o traslado), las normas de aprobación de los cursos o asignaturas, el apoyo de la  escuela para los alumnos y los egresados.
Los tres siguientes implican, no sólo la definición del modelo de ingeniero que queremos formar sino también los procesos usados para la definición, la evaluación de los logros de los estudiantes y los mecanismos de mejora continua para nuestros procesos académicos.
Los criterios desde el 5 al 8 se refieren a los recursos que empleamos para lograr los Objetivos planteados. Obviamente, esto se hace a través de un Plan de Estudios coherente, una Plana Docente suficiente y calificada, Infraestructura y Equipos adecuados y un soporte económico que permite la sostenibilidad del programa.
Finalmente, tenemos los criterios que definen y dan nombre a nuestras carreras, incluyendo en muchos casos, el corazón de los cursos a seguir en el Plan Curricular.

¿Cuál es el foco al que debe apuntar la Acreditación?

Cuándo nos preguntan que es la Acreditación, nuestra respuesta es la siguiente:
“Es el reconocimiento público de calidad que asegura que los procesos educativos cumplen con los estándares que garantizan una adecuada formación profesional de los alumnos”
y de ella hay que resaltar y explicar su objetivo: la formación profesional de los alumnos, es decir que de todas las funciones que cumple la universidad, como son la investigación y la proyección social, debemos enfocarnos en la parte netamente académica: la formación profesional.
Para esto, estemos pensando  o no en acreditarnos, debemos tener:
·         Una definición del profesional que queremos formar.
·         Un programa académico que permita a los alumnos llegar a ello.
·         Recursos humanos, materiales, económicos y sistemas de ayuda que apoyen los procesos
·         Un proceso continuo de evaluación y mejora de nuestros procesos educativos.

Esto último se ha convertido en un requisito indispensable de las más exigente acreditadoras, pero no debe implementarse únicamente por eso, sino porque es la única forma de mejorar y brindar una mejor formación a nuestros estudiantes.



miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Cuál Acreditadora es la que debo elegir?

¿Deseamos una evaluación general o una que sea más específica para la carrera?
Existen muchas instituciones que ofrecen  acreditar a las carreras profesionales y otras a la universidad en su conjunto. Algunas de las que acreditan carreras son específicas y otras acreditan de forma general a cualquier carrera, así que no debe extrañarnos que una acreditadora haya evaluado a carreras tan diferentes como arquitectura y a odontología.

¿Debo elegir un enfoque nacional (o regional) o un enfoque globalizado?
Algunos piensan que debemos establecer criterios nacionales para acreditar a nuestras carreras o en el mejor de los casos con criterios regionales junto a los países vecinos. Otros creen que en un mundo cada vez más globalizado, debemos optar por los criterios que tienen las principales acreditadoras del mundo.
Así sabemos que, algunas instituciones acreditadoras de diferentes países han homologado sus criterios y procesos de evaluación, de tal forma que haya un reconocimiento mutuo de los resultados de sus evaluaciones. Como es, con sus matices, la etiqueta EUR-ACE en Europa y el Acuerdo de Wahington a nivel mundial, para las acreditadoras de Ingeniería, Tecnología, Ciencias Aplicadas y Computación.

¿Está mi carrera obligada a acreditarse por los criterios del CONEAU?
En el país, las acreditadoras deberán seguir los lineamientos y criterios que establece el Consejo de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Superior Universitaria (CONEAU). Algunas carreras como las de salud y educación, están obligadas a acreditarse con estos criterios. Para otras, los criterios del CONEAU están establecidos pero por ahora no son obligatorios.

¿Todas las acreditadoras tienen la misma exigencia?
La respuesta es no. Por lo que sabemos, las acreditadoras más antiguas o de países desarrollados son más exigentes que las demás y han desarrollado modelos y criterios que han sufrido evaluaciones y mejoras permanentemente. Sus evaluadores están muy preparados y por consiguiente se percatan mejor de las bondades o deficiencias de nuestros procesos.

Un último factor que hay que considerar es el costo del proceso de acreditación:  Los derechos de evaluación, las visitas y su logística, además de los derechos de permanencia mientras dure el resultado positivo de la acreditación.

¿Por qué es importante acreditarnos?

          Porque proporciona mecanismos para la mejora continua de la calidad de nuestros procesos educativos.
          Porque le permite a los futuros estudiantes y a sus padres elegir con fundamento las mejores Escuelas (o Universidades) para la formación profesional de sus hijos.
          Porque permitirá a la empresas seleccionar a nuestros profesionales con la seguridad de que estos están bien capacitados
          Porque es necesario mantener el liderazgo entre todas las instituciones universitarias que tengan nuestra especialidad.
          Porque buscamos el reconocimiento internacional de los egresados de nuestras especialidades.

¿Cuándo comienzo mis procesos?

En muchos casos, la iniciativa de la Acreditación proviene desde las autoridades de las Escuelas como los coordinadores o incluso los decanos y si bien estas personas se convertirán en los pilares del proceso, su sola participación es insuficiente si es que las autoridades, al más alto nivel, no comparten realmente la idea.
Las mejoras de los procesos académicos y administrativos con miras hacia la acreditación consumen un gran esfuerzo no solo laboral sino también económico y requiere el apoyo indiscutible de los que dirigen la institución.
Por otro lado, los profesores también cuestionarán los cambios e incluso los objetivos que se persigue con el procese de implementación de mejoras con fines de acreditación, lo cual motivará un retraso en el mejor de los casos y habrá que hacer una labor ardua de información y convencimiento para que se incorporen al proceso. Sin embargo, si bien esto será necesario, no es impedimento para iniciar el trabajo.

lunes, 21 de marzo de 2011

¿Debe acreditarse mi Escuela?

Sin lugar a dudas, esta es la primera pregunta que debemos responder los responsables de las Escuelas y las autoridades de la Universidad, ya que adecuar los procesos académicos y administrativos para someternos con éxito a una evaluación conlleva un gran esfuerzo no sólo laboral sino también económico y debemos estar seguros que eso redundará en beneficio de la institución y sus involucrados.
Para la Escuela y la Universidad, la Acreditación representa un reconocimiento público de que sus procesos académicos cumplen los requisitos de calidad adecuados para lograr formar profesionales competentes en sus futuros trabajos. Al ser público el resultado de la Acreditación traerá como consecuencia un mayor prestigio de la institución y por supuesto una mejora en la cantidad y calidad de los nuevos postulantes. Así mismo, este proceso permite que se evalúe lo que estamos haciendo, donde estamos y poder estructurar planes de mejora en nuestros procesos educativos.
Finalmente, aunque aún poco aprovechado, las escuelas acreditadas, sobretodo por entidades extranjeras, abren con mayor facilidad las puertas del reconocimiento,  la colaboración, los convenios y los fondos desde universidades y entidades internacionales, es decir nos pone en la vitrina del mundo.